Un cuento corto para niños y adultos

ANTOLOGÍA DE CUENTOS CORTOS  (número 2)

 

Introducción:

Como habrán adivinado los adultos con el primer cuento, este tampoco va a ser un cuento corto para niños únicamente; es, usando una expresión muy gastada,  para todos los públicos. Si el primer cuento de nuestra antología, trataba de la incertidumbre de lo que es la suerte y el innecesario juicio sobre lo que nos acontece en la vida, este segundo cuento habla de otro tema vigente a lo largo de la historia de la humanidad: el bien y el mal. ¿Qué es el bien? ¿Qué es el mal? Libros, películas, cuentos, cientos de historias nos hablan de ellos. Es raro que en una serie o en una película no digamos que hay un bueno o buena y un malo o mala. Pero en la realidad, los límites son difusos, constantemente tenemos la llamada de hacer el bien o hacer el mal, y lo que es peor, a veces hacemos el mal de manera inconsciente, sin saber realmente el daño que estamos provocando con nuestros actos y palabras. Y lo que es peor, querer hacer el mal a otros de modo deliberado. En fin, el cuento nos habla de que tenemos la posibilidad de elegir un camino u otro, por lo tanto, eso conlleva una responsabilidad. La libertad implica, pues responsabilidad y conciencia  de lo que está bien y lo que está mal. Lo paradójico es que hacer el mal provoca mal en quien lo hace, tarde o temprano. ¿Hay algún malo que sea feliz, verdaderamente feliz? Posiblemente tenga un momento fugaz de dicha al causar mal al otro, pero dura menos que un relámpago y su interior volverá a ser invadido por las tinieblas.

LOS DOS LOBOS

Una vez, en una aldea del pueblo indio cheroqui, un anciano convocó a los niños de la aldea para contarle un cuento sobre los distintos caminos que podemos elegir en la vida.

Sentados en círculo, el anciano y sabio indio les dijo que siempre hay una gran batalla en el interior de cada ser humano entre dos lobos: uno negro y otro blanco.

El lobo negro representa el miedo, la ira, la envidia, la avaricia, el arrepentimiento, el resentimiento, el complejo de inferioridad, la queja, la tristeza, la mentira, el falso orgullo, la superioridad y el ego.

El lobo blanco representa el amor, la serenidad, la alegría, la paz, la esperanza,  la generosidad, la humildad, la verdad, la fe, la amistad y la bondad.

El anciano dirigió su mirada a los niños y les dijo que esa misma lucha entre el lobo blanco y el lobo negro ocurre de modo constante en el interior de cada hombre y de cada mujer.

Los niños se quedaron pensativos un momento hasta que uno de ellos le preguntó al anciano y sabio indio cheroqui.

– ¿Y cuál de los dos lobos vencerá?

El anciano respondió:

– Ganará el lobo al que más alimentes.

 

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